domingo, 20 de julio de 2014

Es muy importante tener palabra.

          Pedro Sanchez Castejon me ha desilusionado, he perdido la confianza en el.
Comptrendo que a nadie le importa que yo no confie en Pedro Sanchez y menos a los socialistas.
          Antiguamente y no tan antiguamente, pues mi suegro todavía se regia por esas normas, cuando uno daba su palabra o se llegaba a un acuerdo con un apretón de manos el contrato estaba hecho y no había mas que hablar.
- He dado mi palabra no se necesita mas.
          Eso era antes, ahora si a alguien se le ocurre cerrar un contrato de esa manera es considerado un loco y además no vale para nada ante la ley. Es la palabra de uno contra la del otro.
Tiene que ser escrito y bien escrito, que no quepa ninguna duda de a que se comprometen las partes.
          Pues para Pedro Sanchez eso es poco.
Nada mas ganar las primarias de Secretario General de su partido(todavia sin mando, asi que algo de culpa tendra Rubalcaba) se permite no cumplir el acuerdo con los europeos para votar a juncker.
          Acuerdo firmado y acordado entre socialistas y conservadores para la estabilidad de Europa.
Pero Pedro Sanchez se dice:
- Ni hablar voy a votar yo a uno de derechas para nada y como ellos ya han votado a nuestro candidato no pierdo nada.
Pues si señor, ha perdido la credibilidad de España, ha perdido la credibilidad de su partido, se ha retratado ante Europa y el mundo entero como una persona sin palabra, como una persona no fiable, como una persona con la que no conviene llegar a ningún trato........etc.
          Sus bases lo jalean y lo aplauden, tamaño error. Un  señor que aspira a llegar a presidente de su país tiene que tener mas sentido de estado, mas altura de miras y desde luego mas credibilidad.
          Así que Pedro Sanchez estará muy bien preparado, sabrá muchos idiomas, sera un tío guay, pero no tiene credibilidad, porque no tiene palabra y por lo tanto no vale.
Eso sin meterme en una Catalula federada que defiende, ni en que el esta para defender a los desgraciados y no a los que causan las desgracias.
          Y lo siento, porque el chico (eso es un chico sin edad para tan altos designios) en principio no me parecía mal, pero hay cosas que no tienen un pase.