La necesidad de tener siempre cambio de dinero a mano.

          A lo largo de los años he visto la necesidad de tener dinero en billetes pequeños siempre.
Así que cada vez que compro algo pago con un billete de 50 por el cambio.
No digo de 100 porque los veo poco y de 500 no recuerdo ver ninguno.

         Estoy obsesionada con eso y hago recopilacion de billetes de 5, 10 y 20 euros y de monedas por lo que se me pueda presentar.
Que viene alguien a hacer una reparación en casa.
- Señora son 78,80.
Y nunca tienes tu lo necesario y el buen hombre no tiene cambio.
Los taxis son otra. Mas de 20 no cambian y si solo tienes 50 tienes que avisar antes de montar en el.
Si no es el caso te pueden montar una a la hora de pagar.
Con los taxis me ha pasdo de todo.
En una ocasion estando en Madrid, porque tenia alli a un hijo estudiando y estaba ingresado por una neumonia, tuve que ir a la escuela de arquitectura por un papel.
Le digo al taxista.
- Lleveme a la escuela de arquitectura en tal sitio.
El hombre no tenia ni idea y acabo confesandome que era el primer dia que trabajaba.
- No se preocupe le digo, preguntando se llega a Roma.
Y asi fuimos preguntando. Ese mismo dia me paso lo mismo con otro que tambien era su primer dia. Ya es casualidad.
          Hace poco subo a un taxi y hablando, hablando, me dice el taxista:
- Tengo una gana de jubilarme en La Gomera. Donde nunca habia estado.

Quede perpleja, porque no me conocia de nada y que me dijera lo de La Gomera era sorprendente.
Asi que le conte alguna cosa de alli.
Como lo de las carreteras que no son paja.
- No se, no se si cambiar de idea.. ¿Pero usted sigue con el gomero?
- Si, llevo 50 años.
- Eso me tranquiliza.
- Si son muy buena gente, pero son muy suyos.
Espero que no se pique nadie, que lo digo con todo el cariño que le tengo a la isla.
          Y las propinas. Antes se daban por todo, pero me parece que ahora esta mas en desuso.
Como soy a la antigua todavía las suelo dar. A veces se me plantea el dilema:
- La doy, no la doy. Le parecerá mal, la cogerá..................... hace falta tener el dinero apropiado.
          Desde que deje de conducir soy usuaria del taxi y el autobús.
Ay el autobús.
En una ocasión el de siempre se monta en el  y cuando va a pagar con el bono se encuentra que se le ha agotado.
Tira de cartera y solo tenia de 50 euros.
- No tengo cambio para eso, tiene que venir usted preparado y si no paga se tiene que bajar.
Así que en la siguiente parada lo echaron.
Cuando me lo contó no me pareció nada bien que a un anciano lo echaran de mala manera. El sin embargo no protesto dijo:
- La chica cumplía su deber.
Pero que poco humano me pareció.
- Y nadie te lo pago le pregunte.
- No.
Pues no es la primera vez que en situaciones semejantes he pagado yo u otra persona al pobre que se encontraba en esa situación.
Lo mismo les da  que sean niños, ancianos o impedidos.
No tienes cambio a la rue.
          Y múltiples ocasiones que se pueden dar.
Vas con las amigas a comer y se divide entre todas.
- No tengo cambio, alguna me puede cambiar............etc.
Sobre todo cuando voy de viaje, días antes ya me ocupo de recopilar billetes pequeños para en todo momento tener lo necesario a mano.
          Cuando no lo llevo como que no voy a gusto.
Hacerme caso y os ahorrareis muchos problemas.