jueves, 25 de diciembre de 2008

Hace 62 años en un lugar del norte nació una bella niña. Todos los días de su vida tuvo que dar gracias a la cigüeña por haberla depositado en aquel lugar y no en un país árabe.


 Rubita de ojos azules, muy mona ella. Eran los años de la posguerra y en España mandaba un señor bajito. Ahora dicen que fue un dictador. En aquellos tiempos era el salvador de la patria y todo el mundo le hacía reverencias. "Lo que va de ayer a hoy" La niña fue creciendo en el prao, cual Heidi, hasta que le llego la hora de ir al cole. Y a Madrid se fue interna. Con las monjitas que cuando la madre de una alumna estaba embarazada se ponían coloradas. Como la neña era algo díscola solo aguanto 4 años en el internado y la devolvieron para casa. Eso si con todos los honores. 

 Volvió al prao. Al cabo de 4 años apareció por el lugar un príncipe moreno y algo chuleta.Se enamoraron. Y la niña de nuestro cuento se caso a los 18 años. Seguía tan mona y tan rubita y no sabía ni hacer un huevo frito. De golpe y porrazo se encontró con tres churumbeles. Si hubiera sido china habría sido la madre de tres preciosos varones y la hubieran tratado como a una reina. Pero como era Española todo el mundo le decía: ¿Quien te va a cuidar cuando seas vieja?


 

 Eran unos ingenuos en estos tiempos todo el mundo hace su vida, niños y niñas, y los viejos al asilo o a la residencia. Como no la rapto ningún Ovni (que pena) siguió viviendo en el prao. Cuando se canso de tanta vida bucólica se puso a estudiar leyes. Craso error, después de trabajar unos años ya no creía ni en el santo advenimiento. Así que volvió al prao.

 El tiempo iba pasando y se le puso el pelo blanco. Al príncipe también. Ya no era príncipe sino un señor viejo y jubilado. Entonces se fueron a vivir a la isla redondita donde decían que había una base de OVNIS. Mentir podrida, nunca vio ninguno. Solo vio guiris en pantalón corto y calcetines blancos. Cuando ya no podía más de aburrimiento tomo una sublime decisión. Decidió aprender a manejar el ordenador para asomarse al mundo.


 

Y en eso esta. Creó un blog pensando que con tantos millones de seres humanos que entran en la red alguien, por casualidad, lo leería alguna vez. Fue muy optimista. Aquí no entra ni el Potito y parece que una habla contra una pared. Que nadie entre a leer el blog tiene sus ventajas. - Primero puede decir lo que le de la gana y tan fresca. - Segundo se evita de que nadie le diga ninguna tontería. Pues mira si hay gente tonta por el mundo. En fin cuando la viejecita pase a mejor vida nadie se acordara de ella. Que asco de vida.

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