Una queda perpleja de la importancia de un chico de León.
Parecía como si nadie le hiciera caso. En la reuniones internacionales siempre estaba solo y en una esquina.
Era un cero a la izquierda.
De pronto, adquiere un protagonismo desmesurado.
Como iba a soñar Zapatero que un día lo iba a llamar su adorado Obama, y Merkel, y Sarkozy, hasta el chino.
Todo el mundo pendiente de nuestro nulo presidente.
Todo el mudo diciéndole lo que tiene que hacer.
Tienen miedo que se cargue la zona euro, y hacen bien en tenerle miedo, es capaz de cargarse La UE y hasta los EEUU.
El caso que zapatero tuvo que bajar la cabeza y recortar gastos.
Creo que se tuvo que tomar una tila antes de decirlo en el Congreso.
miércoles, 12 de mayo de 2010
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