Mi estancia en el colegio. 2ª

           Y con 10 años aterrice en Madrid.
 Nunca había salido de Gijón y se puede decir de casa, así que iba con muy poca gana hacia lo desconocido.
           Digo aterrice, pero no fuimos en avión, si no en en el coche de mi abuela con el inolvidable Eduardo.
           Entonces creo que el medio de trasporte que mas se utilizaba era el tren. En algunas ocasiones nos trasladamos en el coche cama que era muy cómodo.
           - Estamos en Ujo nos picaba a la puerta el mozo cuando íbamos llegando a Gijön para que nos levantaramos.
           No existía el aeropuerto de Ranon. Había uno pequeño en Lugo de Llanera que se utilizo durante la guerra. Los vuelos debian de ser escasos y con aviones que no invitaban mucho. Nunca los cogí.
           El viaje por carretera era largo. Tardábamos 7 u 8 horas, lo que no nos importaba porque no teníamos ninguna prisa por llegar a destino.
           Es mas, nuestra esperanza era que estuviera algún puerto cerrado por la nieve, Pajares o Guadarrama, para así volver a casa, pero nunca hubo esa suerte.

 La carretera era estrecha, solo daba cabida a un coche para ir y otro para volver. Estaba bordeada de arboles y pasábamos por el centro de todos los pueblos. Recuerdo Sanchidrian, Mayorga de Campos, Montuenga............. desde que cambiaron el trazado de la carretera no volvi a verlos
 No  debíamos de cruzarnos con muchos coches porque nos divertiamos contando los que encontrábamos de frente.

           También jugábamos a eso de ver tres curas, verde, perro, verde, coche amarillo, verde.........lo mas difícil aunque parezca mentira era ver el coche amarillo. La mayoría eran negros.
           Parada y fonda para comer en los sitios predeterminados y donde siempre encontrábamos a alguien de Gijón. Medina del campo, León o Olmedo según fuéramos o viniéramos. Recuerdo el hotel España en la plaza de Olmedo donde me encantaba comer una cosa que daban en conchas de vieiras.
Y siempre recitábamos
           "de noche lo mataron al caballero. La gala de Medina la flor de Olmedo........." de Lope de Vega.
          Me encantaban aquella carreteras (nada que ver con las autopistas de hoy día) aunque debian de ser mas peligrosas.
           Como todo llega, llegamos al cole en Chamartin de la Rosa. Nunca pude entender porque en un sitio donde pagabas tenias que llevarte tu todo, colchón, sabanas, cubiertos........etc
 Y alli estaba una niña de prao en la capital de España, con los ojos bien abiertos para asimilarlo todo y con enormes ganas de llorar. (tengo que decir que siempre fui muy llorona)
           Ahora deben de existir pocos internados como aquellos. En el cole había internas y mediopensionistas, a las cuales envidiaba con todas mis fuerzas.
 "Que suerte poder volver a casa por la noche"
 Las mojas eran de semiclausra, llevaban una complicada toca llena de ricitos y nunca salían. Ahora van de calle como todo hijo de vecino.
          Como acababa de salir de una enfermedad iba enchufada a la madre Felgueroso que era la enfermera. Me daban extras para comer y me dejaban reposar una hora en la habitación después del almuerzo. Allí todo el mundo dormía en habitaciones independientes menos las hermanss que lo hacíamos juntas. Asi que compartia cuarto con Magui y Blanca. Magui era la enterada (como dirian en La gomera) porque ya llevaba algunos años.
           El caso es que cambie hasta de nombre. Toda la vida fui Lucre, menos en el cole que fui Concha (mi primer nombre)

 Andábamos por los pasillos en fila al toque de una especie de castañuelas y si nos cruzábamos con la reverenda madre habia que hacer una profunda reverencia.
Cuando habia cine o alguna obra de teatro nos sentabamos mirando a la reverenda madre y cuando empezaba la peli girabamos la cabeza para verla.
Se trataba de no dar la espalda a la monja. Al dia siguiente inevitablemete habia varias niñas con torticulis.
 No me imagino a las niñas de ahora tan contestatarias en esas circunstancias.
           Nosotras estufábamos bachiller, pero no todas lo hacían, si no que les daba una cosa que llamaban cultura general que no valia para nada mas que para tener conocimientos. ( Si había feministas estaban calladas como muertas)
 Pues aterrice en Madrid como una terricola en Marte. Alli tome contacto con otras niñas y estaba completamente fuera de onda.
 Oia hablar de un tal Paul Anka y no tenia ni idea de quien era ese tio, no sabia lo que eran las pipas, pues en mi casa desconociamos las chuches. Que harían los niños de ahora sin chuches, no me lo imagino. Tanto es asi que un día le dije a una mediopensionista
          . - Te importaria traerme 5 pesetas de pipas.
 Casi tiene que fletar un camión para ello dada la cantidad que te daban por ese dinero. No les encontre la gracia. Decia tajalapiz cuando tenia que decir sacapuntas, mandilon por delantal.........etc        
Y lo del mecánico me traia martir.
 - Hoy me trajo el mecánico, o fui al cine con el mecánico.
 Que barbaridad, que haran estas niñas todo el dia con el mecánico pensaba yo. Para mi el mecánico era un señor que arreglaba coches no un chofer.
 Solo nos dejaban salir los domingos de 12 a 6, pero nosotras los primeros tiempos no lo hacíamos porque no teniamos donde ir. Después nuestros abuelos se quedaron en Madrid e ibamos con ellos. Ya podia yo decirle a la tonta de turno;
 - Viene a buscarme el mecánico de mi abuelito.
 Tenias que ducharte con una especie de camisa puesta, lo que resultaba algo complicado y hacíamos gimnasia también con un atuendo nada apropiado. Que cosas.
 Solo volviamos a casa en vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano. Y los últimos años en Semana Santa tampoco porque a las monjas se le ocurrió poner ejercicios y solo nos quedaba un fin de semana y nuestra madre dijo que ni hablar, pero no me quejo habia niñas que se pasaban todas las vacaiones en el cole porque sus padres vivian lejos de España.
 Los dias previos a las vacaciones de verano eran los mas felices de mi vida. Pensar que tenia casi 4 meses para estawr en casa.
           Alli estuve 4 años pues las monjas cuando termine cuarto y revalida le dijeron a mis padres que mejor me sacaban de alli porque estaba como un preso en el penal de Ocaña y eso hicieron. De todas formas lo recuerdo con cariño.
 Y no creo que influyera mucho en mi vida, pero me imagino a los niños de hoy en esos sitios y no los veo. Ellos los reyes de la casa.
 A lo mejor les sentaba bien.
(continuara)