sábado, 12 de diciembre de 2009

INDEPENDENCIA

Como consecuencia de esa ola de independentismo que recorre Cataluña, mañana unas 160 localidades van a plantear a sus ciudadados un referéndum para saber si quieren ser independientes, se me ocurrio una idea.
Así que convoque al de siempre, a mi tres hijos, mis dos nueras y la aspirante, a los 4 nietos, al jardinero y a la señora que herede de mi madre y me ayuda cuando estoy allí.
Les dije:
- He decidido hacer un referéndum para ver si queréis que nos independicemos de España.
Me miraron todos como si estuviera de la cabeza.
- Pero mama, me dice el arquitecto, en este jardín tan pequeño no puedo hacer ni una casa. Por no hablar de un gran supermercado.
- No me andes con minucias hijo. Exportaremos tus ideas. No hay problema.
- Y de donde voy yo a cobrar mi jubilación añade el de siempre.
Esto era más difícil así que me hice la despistada.
Total, que cada uno expuso su queja.
- A callar todos. Dejarme que exponga mi plan.
Lo tengo todo pensado. Se va a llamar la República de Ganimedes. Como bandera una en azul y verde con una ardilla (símbolo que aparece en la bandera de mi barrio gijonés) y una mortera (esta esta en la bandera de La Gomera)
Como himno "cuando recibas esta carta sin razón Eufemia..."
que era lo que me cantaban (cambiando Eufemia por Lucrecia)
en mi juventud los mozos que me daba una serenata.
Podemos poner: "Cuando recibas esta carta sin razón España, entre nosotros todo termino......."
Y ¿De que vamos a vivir? salta un listillo.
- Tengo ideas. El jardinero puede plantar tomates, claro que ahora con ese acuerdo con los marroquíes están en baja, o flores.
Aquí siempre tuvimos unas flores muy bonitas. Plantamos y exportamos.
Me parece que estas como una regadera salta otro.
-Bueno hacemos el referéndum y a lo que salga.
Votación secreta.
Cogemos una jarra, de plata que menos para tan importante asunto, y cada uno mete su papeleta.
Media hora de reflexión.
Salí al jardín a fumarme un pito, mientras tanto, para no influir en su decisión.
Llego el momento. Estábamos todos muy nerviosos.
Dejamos a cargo de la jarra a la más pequeña por aquello de la inocencia.
Uno por uno fuimos depositando nuestro voto.
En total eramos 14.
En la primera papeleta salio si.
Respire aliviada, empezábamos bien.
Al final, mi gozo en un pozo, 5 a favor y 9 en contra.
¡Serán cabritos¡
Deduje que los cinco votos a favor de la independencia eran el mio y el de mis 4 nietos.
Estos siempre están de acuerdo con mis ideas.
Por si acaso no quise indagar. Claro que como en todas las familias cada uno tiene sus ideas políticas y más o menos se de que pie cojean.
Por otro lado que más me daba no declarar la independencia en mi casita y en mi jardín si no iba a poder ser la presidenta de la república. El de siempre nunca me hubiera dejado.
Así que con las mismas me volví a La Gomera.
Serán tontos no querer ser independientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario