De vuelta a Ganimedes

Estoy tan cansada de las tertulias, de la política de este país, de los ciudadanos......... que me fui a Ganimedes a relajarme. No hay nada como cambiar de ambiente para mejorar a pasos agigantados.
Desde la ventana de mi apartamento veo las exóticas casas de este planeta, veo como vuelan sus ciudadanos afanados en el hacer diario. Pues eso, me siento trasportada a otro mundo y nunca mejor dicho.
El rey Jonay en cuanto se entero me convido a merendar.
- ¿Que tal niña como vas?
- Aburrida majestad.
- Tan joven y en ese estado de animo.
- Aburrida de la estupidez de mi planeta.
- Seguro que vas por la política. ¿Como va tu país?
- A la deriva.
- Y eso.
- Como ya le conté en otras ocasiones tenemos un presidente inepto, no sabe nada, no tiene experiencia, no hace más que tonterías, nadie da un duro por el, ni fuera ni dentro del pais y se niega a dejar el paso a otro. Claro que cuando llegue ese otro ya no hay quien levante esto. Va a dejar España arrasada como si hubiera pasado Atila.
- Pues vente para acá con tu familia. ¿Tan malo es ese presidente?
- Peor, porque además se cree lo que hace todo bien y piensa que es un fenómeno.
- ¿Por qué no lo quitáis?
- Pues aunque le parezca mentira, todavía creen en él y lo votan millones de españoles.
Decidimos cambiar de tercio y hablar de otras cosas, como de sus 50 mujeres y sus cientos de hijos.
El rey Jonay con sus 643 años tiene mucha experiencia y es muy ameno.
Pensare si me compensa trasladarme a Ganimedes.