martes, 7 de junio de 2011

Que olor


Transitaba esta mañana temprano por un caleyu que hay detrás de mi casa, cuando un agradable olor llego a mis pituitarias.
Ostras, me dije, ¿de donde vendrá?
Como siempre voy inmersa en mis pensamientos, no me había fijado.


Una humilde madreselva colgaba de un paredón.
Digo humilde, porque sus flores no son muy vistosas y por ese motivo la quite de mi jardín hace años.
Me gustan las flores grandes.


Una vez inmersa en el paisaje, vi este prau con las hierbas tan altas, que mi nieto de tres años no se atreve a meterse en el.
Me dejo de piedra cuando me dijo que no sabía lo que era un grillo, ni un sapo.....etc.
Estos niños de ciudad están muy verdes en naturaleza.


También sorprendí a estas vacas sesteando.
Ayer leí una noticia que me hizo gracia. Una pareja se perdió en una ruta por Asturias, al intentar huir de unas vacas que los perseguían. Tuvieron que ir a rescatarlos.
Eso me reconforta. Pensé que a las vacas solo les tenía miedo yo. No son tan inofensivas como parecen.



Ya en mi casa, me deleite viendo el jazmín que todos los años en esta época esta precioso... y oloroso.
Una pena que la flor solo dure un mes.


Tiene la ventaja que no pierde la hoja y siempre tapa la pared. Además es tupido.

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