domingo, 15 de abril de 2012

El cazador cazado

          Si algo envidio, envidia sana y no tan sana, a los reyes es su facilidad para viajar por todo el mundo.
Para viajar con todas las comodidades habidas y por haber.
Y sobre todo el tener los médicos a mano. No tener que preocuparse de listas de espera, de buscar el medico más apropiado ............. eso no hay quien lo pague y te da mucha tranquilidad.
Pues nuestro monarca, con sus 74 año, no se resigna a ser un abuelete que es lo que le toca y como otras muchas veces se fue de caza de incógnito, eso creía él, a Botswana.
Pero el hombre propone y Dios dispone y una caída, dicen la madrugada del jueves al viernes, lo puso en evidencia.
Como iba a cazar elefantes a lo mejor hay que hacerlo a las 4 de la mañana, pero la hora es rara.
Y no creo que en el campamento, como pasa en algunos, tuviera que salir a hacer sus necesidades.
Seguro que no tuvo que ir a uno como este, en lo alto de una pequeña colina y con los jabalíes por el medio.
No hace falta ser muy listo para saber que el momento no era nada oportuno, pues si en épocas de bonanza se ven estas cosas con más benevolencia, cuando todos estamos tratando de apretarnos el cinturón, resulta obsceno.
Las empresas que se dedican a eso suelen cobrar 37.000 0 35.000 euros y un tanto, no bajo, por las piezas cobradas.
Se llevo su equipo medico de la Zarzuela (encima) que le atendió en esos momentos y le acompaño en el viaje de vuelta en jet privado a España.
Si hubiera sido un españolito cualquiera se hubiera tenido que conformar con un hospital local y hubiera sabido lo que vale un peine.
Me ha chocado lo que se han metido con el asunto de Froilan. A mi no me parece tan raro que un niño de 13 años ande con escopetas y más si vive en fincas donde eso es normal. Lo del abuelo creo que es peor.
También se habla de la ausencia de la reina. No se porque pues dicen que desde el año 1.976 (libro Pilar Eyre) hacen vidas separadas.
Si yo fuera la reina haría lo mismo.
Total, el rey salio a cazar y el cazado resulto él.
De las otras aficiones del monarca mejor no hablar.

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