viernes, 20 de noviembre de 2009

Me escuchara Rubalcaba.

Estoy pensado llamar a mi amiga Petronila, tengo cosas que contarle.
Me quedo en suspenso con el teléfono en la mano. No me decido a marcar.
¿Me escuchara Rubalcaba a través de SITEL?
Y si se entera de mis secretillos y a la vez de los de Petronila.
Dejo el teléfono en su sitio.
Estoy paranoica pienso. Como el Ministro va a interesarse por una vulgar ama de casa de 63 años . Es ridículo.
Además no tengo nada que ocultar, pero a quien le importa lo que yo hago y lo que pienso. y bien pensado:
-¿Quien no tiene algún secretillo que mejor no airearlo?.
Decididamente no llamo. Esperare a verla y se lo digo de palabra al aire libre por si hay micrófonos ocultos por algún lado.
En estos tiempos y de estos progres se puede esperar cualquier cosa.
Nada, nada, que no vuelvo a usar el teléfono.
Entonces decido meterme en Google.
Pensare mucho en que página me meto que Rubalcaba anda al acecho.
Que peñazo, tendré que decir a mis amigos que no me manden correo que eso también lo investigan.
Estoy por confesar un crimen a través del correo electrónico a ver si efectivamente me vigilan. Así les doy algo interesante para que se entretengan, pues que me fui a bañar y me compre unos pendientes chulisimos no creo que los motive mucho.
Claro que corro el peligro que me metan en la cárcel. A los piratas somalies, a los etarras, a los violadores..........les dan trato de favor, pero a una vulgar ciudadana ni hablar.
Sin comerlo ni beberlo me puedo ver en el trullo.
Mejor me dedico a tricotar y me olvido del ordenador que es muy peligroso.

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