Primeros nombramientos, primera desilusión.

Cuando oí en el telediario los nombramientos que hizo Rajoy para el Congreso y el Senado creí que no oía bien. Quede estupefacta.
Celia Villalobos como primera vicepresidenta del Congreso. Una impresentable.
Esta pasadina. Basta, basta, hasta no poder decir más. Si es más basta que la Leire Pajin que ya es decir.
Esa mujer (no digo señora porque no lo parece) tiene un vocabulario de carretero.
Las cosas que oiremos en la Cámara Alta, me las imagino.
Es verdad que ejerció de alcaldesa de Malaga y Ministra de Sanidad, pero si llego a ministra, opino que fue por ser la mujer de Pedro Arriola asesor personal de Aznar y ahora de Rajoy.
Que se vayan para su casa, los dos. y se dediquen a cuidar a sus nietos. Ya tienen edad para ello. Segundas partes nunca fueron buenas y Celia no fue buena idea ni la primera.
Por lo menos Rajoy no la nombro ministra, algo es algo.
De los otros nombramientos no tengo nada que decir, aunque opino que tenía que haber metido a gente nueva.
Tiemblo de pensar en quienes serán los nuevos ministros.

Hoy empieza el juicio contra Francisco Camps. Se le acusa del delito de cohecho impropio pasivo. De dejarse regalar unos trajes.
Tengo mis dudas sobre que sea un juicio imparcial.
El Juez es Joan Climent ex-cargo socialista. No es juez de carrera, si no de los del dedo, y el dedo que lo propuso y nombro para juez fue socialista.
Las dos fiscalas afines al socialismo. Lo juzgara un Jurado Popular y uno de sus once miembros es una mujer que fue en las listas socialistas en las municipales, aunque lo oculto hasta el final por lo que no pudo ser recusada.
No me cae bien Camps, pero de eso a que quiera verlo condenado hay un tramo.
Esta demostrado que desde que ocupa su cargo no se enriqueció ni en un euro, lo que no pueden decir la mayoría de los políticos socialistas que pululan por ahí.
Que haremos entonces con Blanco el de la gasolinera y Bono el de los caballos por citar a alguno.
Lo primero que hay que reformar es la justicia.
- Fuera los jueces nombrados a dedo.
- Fuera que los jueces de los altos tribunales los nombren los políticos. Que se haga como ante que los nombren sus compañeros.
- Cárcel para los que filtren los sumarios de los procedimientos en curso. No es de recibo que antes de que uno sea juzgado ya lo haya hecho y condenado el pueblo gracias a los periodistas.
Eso le esta pasando a Urdiangarin que ya esta listo.
Cuando yo trabajaba era impensable que las sentencias las publicaran los periódicos antes de llegar a manos de los abogados, o que se violara el secreto del sumario. Eso llego con la democracia.
Hay muchas cosas que cambiar en el país ¿sera capaz de hacerlo Rajoy?