CHARLA CON EL REY JONAY I

El otro día el rey de Ganímedes, Jonay I, me invito a comer. Cuando estoy en este satélite lo hace con frecuencia pues le gusta que le hable de la Tierra y de España.

Resulta que su madre era de La Gomera. Fue raptada por un Ovni y llevada a Ganimedes.

Yo se que los gomeros, a pesar de ser una isla pequeña, están en todas partes del mundo, pero es la primera noticia que tengo de que también pululan por el espacio.

Por eso el rey se llama Jonay. un nombre muy de la isla. El padre quería llamarlo Ganidón pero la madre se puso dura y dijo que Jonay por encima de su cadáver. Por eso es el primero. Su familia lleva siglos reinando en Ganimedes.

Bueno pues el rey me aclara muchas cosas.

Dice que La Tierra es un planeta muy atrasado y de gente poco evolucionada y por eso tenemos tantas guerras y pobreza.

Hoy le comente que nuestro presidente tenía las cejas como Mefistófeles.

Quedo lívido.

- ¿Seguro que las tiene así?

- Si cono una uve al revés.

- Estáis listos. No es terrícola es de un planeta llamado Cejón que se encuentra en la constelación de Escorpión. Mala gente.

- ¿Por qué? le pregunto.

- Porque son capaces de firmar un pacto contigo y al mismo tiempo apuñalarte por la espalda.

Tienen fama de decir a todo el mundo lo que quiere oír y luego no cumplir nada de lo prometido.

Vale más tenerlos lejos.

- Me deja preocupada Majestad ¿tan malos son?

- Peor. ¿Conoces a más gente así?

- Bueno hay otro político que tiene las cejas igual. Se llama Ibarreche y es el Lehendakari de los vascos.

- Las gentes del planeta Cejón se van infiltrando en planetas atrasados para impedirles que evolucionen.

- Me fijare en otros políticos y en otras personas para ver si tienen las cejas así. La verdad quedo muy preocupada.

- Y tienes que preocuparte. No sabía que ya estaban en la tierra, informare a los mandatarios de la Galaxia. Hay que tomar medidas ya.

Luego hablamos de otros temas que os iré contando, pero como quede tan aplastada después de la mala noticia me excuse y me fui para mi casa.

No pude dormir en toda la noche. Sabía que nuestro presidente no era bueno, pero nunca imagine que la cosa fuera tan grave.